¿Qué es La Posada del Té?

De Derecha a Izquierda
Ana Carolina García, Mónica Mc Cormick, Mónica Boysen y Adirsa M. López,


Filosofía
"El arte de enseñar es el arte de ayudar a descubrir"

En Tiempos de Cambio, La Posada busca
anunciar nuevos rumbos, abrir caminos…

A través de un plantel de profesores de
reconocida trayectoria y formación,
proponemos distintas vías de encuentro
para que Cada Uno pueda reinventar
su Propio Modelo, dejando de buscar afuera
lo que sólo puede encontrar en su interior...




Historia

La Posada del Té es el reflejo vivo y tangible de quienes la idearon, de los aciertos y errores, las fortalezas y debilidades de cuatro mujeres y el camino que transitaron hacia la concreción de un sueño…

Todo empezó en el año 2002, cuando llegó a nuestras manos el libro “La Ceremonia del Té y la Calidad de Vida” de Carlos Farré que narra la historia de un joven que decide iniciar un largo peregrinaje hacia el Templo de los Monjes Shaolin, en una búsqueda interior de conocimiento y crecimiento personal. Tras incontables obstáculos y peripecias, y profundos aprendizajes, encuentra que su propósito era abrir una Casa de Té, refugio de descanso, armonía y paz para quienes como él transitaran ese mismo peregrinaje.

“Era el llamado a compartir con ellos una experiencia profundamente transformadora a través de un simple tazón de Té preparado y recibido con un corazón puro y abierto…”.

Inspiradas por esta profunda motivación, surgió la idea de crear un espacio que propicie la búsqueda de crecimiento interior, con la intención de cultivar mental y espiritualmente, estados de paz y armonía más elevados, de purificar el alma y encontrar la verdadera belleza que se encuentra en la sencillez, al igual que en la Ceremonia del Té…

Fue entonces que un rayo de luz, una fuerza superior de guía y sabiduría nos tomó en una noche de desvelo, indicando que en la zona de Thames (Blvd. Rocha) encontraríamos el ámbito ideal para desarrollar nuestros sueños e ilusiones…

Enseguida llegó a nosotras (dos socias al momento – Anne y Moni) la persona que nos vinculó con la tercera socia (Mónica también) cuya madre, “casualmente” disponía de un viejo Stud, en “la zona de Thames”…, que “gracias a una estafa” estuvo inmovilizado comercialmente durante siete años… esperando la llegada de La Posada!

Creemos que La Posada se sostuvo durante tanto tiempo antes de abrir sus puertas porque existía en nosotras una profunda convicción y anhelo que trascendió nuestras ansiedades. Nuestros esfuerzos ya comenzaron a dar frutos y debemos agradecer tanto a nuestros aciertos, como a nuestros errores y a todas las dificultades y escollos que encontramos en el camino, porque el atravesarlos juntas, fortalecieron nuestra unión, confianza y fe y pudimos aprender a reconocer y dejarnos guiar por numerosas señales que nos fueron mostrando el camino…

AGRADECIMIENTOS:

A Rosie, la mamá de Mónica y dueña del Stud le debemos el mayor de los agradecimientos por su gran corazón y por ofrecernos desinteresadamente la propiedad para aunar su esfuerzo con el nuestro, en los inicios del proyecto. Rosie vibró junto a nosotras y percibió que en La Posada podríamos agregar un granito de arena al invitar al peregrino a buscar enriquecerse interiormente aprendiendo a saborear la vida y a mantener viva la llama de luz en su interior. GRACIAS ROSIE!!!!

Muchas de las personas que fuimos conociendo, entrevistando y citando nos llevaron por un cauce u otro a volver a nuestro ideal cuando por razones furtivas nos alejábamos un poquito… a todos ellos nuestro agradecimiento!

Queremos agradecer a todos aquellos que ya hoy forman parte de La Posada, Antonio, Merce, Belu. Ya nos hemos convertido en un gran equipo de trabajo en el que aprendemos y crecemos juntos día a día…

ANECDOTA:


En distintas oportunidades nos juntamos en el Stud, antes de comenzar la obra de reciclado, para meditar y pronunciar unas oraciones juntas pidiendo guía y asistencia y agradeciendo lo vivido hasta el momento. En un momento hablamos con el cuidador del Stud para que no se incomodara por nuestra presencia entre velas y sahumerios… a lo que respondió entusiasmado que “de ninguna manera”, que cada vez que nos juntábamos los caballos que habitaban el viejo stud, siempre ganaban las carreras!

Y otra chiquitita...
Cuando invitamos a participar del proyecto a nuestra cuarta socia Adirsa (ella portoriqueña, se encontró con que el nombre del Stud era "La Borinqueña" (nada menos que el HIMNO de Puerto Rico)... ¿Una señal???